Agosto llega con fiestas, playa, montaña y calor, pero lo que tiene que tener seguro son sandalias bonitas para noches largas y calzado fresco para andadas interminables.
El calor que no me gusta demasiado este año me trae infinidad de cosas bonitas que voy a disfrutar de lo lindo. Este año por trabajo tengo la enorme oportunidad de recorrer el Pirineo que tanto me gusta y descubrir sus cosas increibles. Podré visitar monumentos románicos increibles y hacer rutas que nunca hubiera imaginado poder descubrir pero que me gustarán aún más con unas zapatillas de montaña decentes, que solo tengo botas.
Estas Salomon me han encantado porque tienen pinta de ser fresquitas y tienen una color muy chulo que hace juego con mis pantalones de deporte, que llevan las cremalleras de color azul.
Tengo que reconocer que se me han ido los ojos detrás e estas Merrel, una marca que mi hermana conoce bien y que además recomienda, dice que duran mucho, no rozan nada y agarran muy bien para caminar, tendré que decidirme por una u otra. De todas maneras me conozco y me veo a mitad de Agosto renovando el vestuario porque he elegido las moradas y no me pegan con el pantalón…
Además de montaña Agosto me va a traer mucho terraceo, mucho bailar hasta que me duelan los pies y mucho sonreir hasta que me duela la cara, y todo eso se hace mucho mejor con sandalias bonitas y cómodas que te acompañen, como las que encuentro siempre en Spartoo.
Siempre soy insitente con la marca Pitillos, pero es que de verdad es la única que me permite disfrutar de noches de Agosto memorables sin que lo que sea memorable sean las ampollas. Estas sandalias que ya están en mi poder son la combinación perfecta entre smart y sport, me quedan divinas con un vestido y un clutch blanco pero las uso también con unos pantalones vaqueros blancos que me he agenciado este año.
Besitos de mariposa
Con unas merrel me hice yo el Camino de Santiago de cabo a rabo… y seguían perfectas, transpiraban, eran suaves, con la suela justa… ni media ampolla, nada.