Hoy el post es un poco a modo de desahogo a la respuesta que a veces dan en muchos sitios cuando dices que de momento no quieras más hijos, con una gran sonrisa responden, “Ponte literas”
Gabriela ya va para 7 años y la mayoría de sus compañeras ya tienen hermanitos y claro, la peque pide aunque no con demasiada insistencia, la verdad es que me ha pedido más veces un perro que una hermanita, es el resto del mundo el que sí parece que quiere un hermanito para Gabriela.
No me gustan en exceso los niños, la mía sí, pero ya está, tampoco soy una mujer con un reloj biológico que haga tic tac de continuo, siempre digo que el instinto maternal no me viene de serie lo que no quiere decir que no defienda a mi chica como una leona, dicho esto reconozco que me ha entrado la pereza y el egoísmo, mi carrera profesional parece que despega, hago lo que me gusta y me siento afortunada por ello, y tengo una familia que lo soporta y lo medio entiende no podéis imaginar lo difícil que es encontrar eso, sumar un hijo a esta ecuación sería cuanto menos arriesgado.
La literas…
El tema de las mamás que me responden que me ponga literas me recuerda a los que me decían que me quitara el pan para perder unos kilos, es simplificar un hecho enorme en un pequeño detalle, una vez tiene el colchón la criatura se va a criar sola, pero no siendo demasiado radical y pensando con la cabeza sobre los hombros mi casa es pequeña y sería una buena solución.
Mi razonamiento siempre es el mismo que cuando el resto me dice que debo perder peso, razón no les falta, peso 90 kilos y para una mujer es una barbaridad, y quitarme el pan daño no me va a hacer así que técnicamente tienen razón, aunque sólo quitarme el pan no me va a hacer perder igual que cambiarle la habitación infantil a mi hija y añadirle un colchón a su cuarto no va a hacer que criar un hijo se convierta en un camino de rosas.
¿A vosotros también os da todo el mundo opinión de todo?
Besitos de mariposa