Parece que la vida vuelve a la normalidad tras el bodorrio del año, que por cierto os iré contando conforme vaya ordenando fotos. Hoy quiero volver al blog con una experiencia que tuve la suerte de vivir hace un par de semanas, el Brunch en The Nook.
Cuando me llegó la invitación me faltó tiempo para contestar que sí y eso que no suelo ir a eventos en fin de semana, pero The Nook es uno de mis sitios favoritos y la palabra brunch tiene magia. El sitio lo concéis porque celebramos allí el 4 de Julio.
Comenzando el Brunch en The Nook
Para empezar a desayunar/Almorzar/comer al final es una mezcla de todo, comenzamos con un platito de fruta. Sandía, platano y mango, cortadito, no sé si os pasa a vosotros pero cortadito sabe mejor.
Es una manera muy fresca de comenzar ya que el resto de cosas que probamos eran bastante contundentes. Lo bueno del Brunch en The Nook es que tú regulas tu cantidad y tú hambre, todo lo que probamos se vende por separado, de esta manera cada uno puede elegir que le apetece sin que sea un menú cerrado. Se puede acompañar de café, te, zumos o limonada casera.
Descubrí que me gusta el muesli con yogur, aunque he comprobado este fin de semana que no me gusta todo el muesli, compré un paquete y no soy capaz de comérmelo. A ver que hago con él ahora. Luego probamos los bagels con salmón y queso en crema, a mi me encantan, son suavecitos.
Después vino el pan de pasas que aunque a mi no me gusten en ese pan saben divinas, con mucho mucho queso y jamón pasado por plancha… Calorias a tope pero deliciosas.
Aunque si hablamos de calorías el que se lleva la palma es el gofre con bacon y sirope, que desde ese día se convirtió en mi favorito! Que escándalo! Que rico está.
Luego claro había que tomar algo de postre, no podíamos irnos sin probar dulce. Pues toma gofre con helado y chocolate.
Me gustó mucho el brunch en The Nook. Pero lo que más me gusta de ese sitio además de su cerveza es su excelente equipo de profesionales.
Lo mejor de The Nook…
En la foto aparezco con Paula su gerente, mi compi Su de MasqueRopa y Tino del blog La Buena Vida en Zaragoza. Nos dieron una cervecita a cada uno cuando nos marchamos y yo me queé un ratito hablando con Paula. Gracias a eso Niclas, uno de los camareros, nos preparó una limonada de grosella! Paula me dijo que no hay nada peor que un danés aburrido. Yo pensé que ojalá se aburra a menudo cuando vaya yo por allí.
Ya me contaréis si pasáis por allí que os parece. Yo ultimamente paso tanto que voy a pedir camiseta. Me entenderéis cuando vayáis. Los uniformes son muy molones.
Besitos de mariposa